Una docente jubilada fue aprehendida ayer en Añatuya, departamento General Taboada, acusada de haber usurpado la vivienda de su excuñada en el Bº Centro de aquella ciudad, de haber expulsado a dos sobrinas, de  apoderarse de $ 2.000.000, un televisor y electrodomésticos.

Respaldada por efectivos de la Policía Ambiental, la fiscal Alejandra Sobrero dio cumplimiento a una orden de restitución del inmueble a la damnificada, comerciante, refrendada por la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami.

Según la denuncia, el sábado pasado la comerciante viajó a Quimilí, Moreno, a vender pañales. Ello fue aprovechado por su excuñada, quien se presentó en la casa ubicada en Francisco de Aguirre y España.

Valiéndose de mentiras, la acusada habría echado de la casa a dos sobrinas. Cuando los policías la instaron a declinar su actitud, la sospechosa habría mostrado un supuesto boleto de compraventa de la vivienda. Por el contrario, la denunciante indicó que reside en la misma casa hace más de 20 años. Y que también poseía un boleto de compraventa, precisaron las fuentes.

Alertada, la fiscal Sobrero analizó la documentación que presentaron ambas partes y concluyó que la jubilada se había instalado en el inmueble en forma irregular. "Usurpación por despojo" y "hurto simple", serían los cargos dominantes en la causa.

Con luz verde de la magistrada, el personal de la Policía Científica desalojó en la víspera a la docente y la condujo a un centro de seguridad, a la espera de la indagatoria. Y de inmediato, la comerciante fue restituida al inmueble, junto a sus tres hijos de 18, 14 y 11 años. Asimismo, la policía montará sutil vigilancia para evitar el regreso de la maestra jubilada.