El confuso episodio se registró el viernes y es investigado por dos fiscales de la jurisdicción de La Banda: Ana Azar, por abusos, y Cecilia Guido, por delitos comunes.

Según la cronología del suceso en pugna, el escenario fue el nosocomio del departamento Robles. Alrededor de las 12 habría arribado la paciente, de 47 años, acompañada de una hija.

La habría recibido un cirujano en un consultorio. Al parecer, la paciente ingresó llorando y manifestando dolores en el abdomen inferior y señalando que tenía un tumor o una hernia.

De inmediato, el cirujano habría requerido a la paciente que se subiera la remera y bajara el pantalón (textual). Ni bien empezó a palpar en el cuerpo de la mujer, ésta se habría levantado de la camilla y se retiró del consultorio, sin palabra alguna.

Siempre sobre la base del relato del médico, minutos después habrían arribado funcionarios policiales y los interiorizó sobre el suceso.

Transcurridos más de 30 minutos, se presentaron otros policías y notificaron al galeno sobre medidas de prohibición de acercamiento con intervención de la fiscal de la Unidad de Abusos Sexuales, Azar Ana.

Casi en simultáneo, habría irrumpido en el consultorio un familiar de la paciente con tono airado y amenazante. A los gritos, amenazó con golpearlo.

En su extensa presentación, el médico habría denunciado que horas después el mismo hombre lo habría amenazado e insultado a través de su cuenta en Facebook.

Ante el escenario diametralmente opuesto, la fiscal Cecilia Guido habría ordenado remitir la denuncia del médico a la comisaría con la jurisdicción en el hecho y recibir declaraciones testimoniales a todos los testigos mencionados, entre la acompañante, médicos, enfermeros y hasta personal administrativo.

Mientras tanto, el médico no puede acercarse a la paciente, ni a su grupo familiar, uno de los cuales, paradójicamente, ha sido denunciado por presuntas amenazas. Pese a la feria judicial que comienza en esta jornada, los policías citarán a todos los involucrados, a la comisaría y a la Fiscalía.