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17 de junio de 2023
Imputan a joven que mató a Véliz por "homicidio simple con dolo eventual"
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"Me he mandado una macana", habría lamentado el domingo a la madrugada el automovilista Abel Moreno, tras atropellar y matar al sereno David Francisco Véliz, en Añatuya, General Taboada, horas después de beber copiosamente vodka, se supo ayer en audiencia de conversión y detención.
Ello trascendió en los tribunales, al anunciar la fiscal Cecilia Rímini que imputó a Moreno por "homicidio simple con dolo eventual y abandono de persona", ya que el automovilista debió prever que con excesivo alcohol en su sangre sus reflejos no serían los mismos y podría ocasionar un accidente.
Puesto en contexto, el domingo a las 6.40 el sereno Véliz se trasladaba en bicicleta a su trabajo, en el Matadero Municipal de Añatuya. Fue atropellado, abandonado y hallado horas después ya sin vida, a la vera de la ruta 92.
Urgente, la policía inició una compleja investigación. En menos de 24 horas, videos de un boliche, de la comuna de Colonia Dora registraron el paso de un automóvil Citroën C-4 con graves destrozos.
En horas, la Fiscalía determinó que había un coche sospechoso y situó su atención en Real Sayana, Avellaneda, al ser aprehendido Abel Moreno, de 24 años.
Lo más trascendente llegó con un testimonio clave. Según los voceros, una persona declaró en la policía que Moreno bebió mucho alcohol el sábado a la noche. Luego de una madrugada de música y alcohol, junto a sus amigos decidió regresar a Real Sayana.
En el camino, todos sintieron un golpe muy fuerte, pero Moreno no se detuvo a verificar de qué se trató. Solo habría manifestado, más adelante: "Me he mandado una macana", ahondaron los voceros.
Lo que vino después es que todos los jóvenes fueron conducidos a sus viviendas y Moreno hizo lo propio a la suya, donde guardó el coche, con graves destrozos.
Cuatro días después, la Fiscalía pidió ayer que se legalice la aprehensión y convierta en detención por 15 días. Para Rímini, no se trató de un accidente convencional que hubiere desembocado en un "homicidio culposo". El hecho que el conductor bebiese en demasía, atropellara a una persona y la abandonase, modifica por completo el tipo penal enrostrado.
Desde ese concepto, lo imputó por presunto "homicidio simple con dolo eventual y abandono de persona", lo cual pone cuesta arriba todo intento excarcelatorio, tal cual lo resolvió la jueza, Ana María González Ruiz.
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