Una joven de 15 años habría sido abusada en varias oportunidades por una mujer y el concubino de ésta, un conocido comerciante del medio, en orgías que se armaban en un perverso juego de cartas en el que se iban despojando de la ropa hasta quedarse desnudos.

Pese al hermetismo en que la causa es instruida, se sabe que los vejámenes se habrían consumado a mediados del 2022 y que desde hace seis meses la pareja está prófuga e imputada por "abuso sexual con acceso carnal", "abuso sexual gravemente ultrajante" y "corrupción de menores".

Todo habría comenzado cuando la mamá de la menor enfermó. La acusada, se ofreció a recibirla en su casa, junto con su pareja, el comerciante en el rubro artículos para el hogar.

Una tarde, la joven se encontró con la mujer jugando a las cartas. La obligaron a beber cervezas y en un momento la menor se sintió mareada y se desmayó. Despertó, con el comerciante practicándole sexo oral. A su lado, la mujer se encontraba desnuda.

En las noches siguientes, los anfitriones ya no cuidaron las formas. Bajo la excusa de “juguemos todos”, la habrían obligado a desnudarse y fue violada. La víctima comenzó con problemas psicológicos y enseguida le reveló todo a su madre.

Fue interpuesta la denuncia y sin perder tiempo, la jovencita fue asistida por profesionales en Cámara Gesell. Entre aterrada, asqueada y deprimida allí confirmó todo y la Justicia entonces solicitó la detención de la mujer acusada y su pareja.

Un abogado intentó evitarlo con un pedido de eximición de prisión a favor de los imputados que le fue rechazado. Desde entonces, “desaparecieron” de Santiago y se sospecha que se refugiaron en Córdoba.

Ante los psicólogos, la jovencita habría relatado que la mujer siempre se reía cada vez que el comerciante la desnudaba, ultrajaba y le pedía que se cuidara “para no embarazarla”.

Lejos de frenarlo en las atrocidades carnales, la imputada las potenciaba y siempre pedía que en los actos sexuales de ambos, incluyera a la menor “porque así es más divertido”, repetía la también imputada, según contó la víctima.

Desde el año pasado se encuentran prófugos, pese a los esfuerzos por detenerlos que incluyeron intervenciones telefónicas y vigilancia a todo el grupo familiar y hasta amigos cercanos, deslizaron voceros policiales.