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21 de septiembre de 2022

Presentan en juicio a una "patota juvenil" acusada de sangriento asesinato en ciudad de Añatuya

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Tres jóvenes enfrentan desde ayer un juicio que puede sepultarlos, o al menos a uno de ellos, en una condena a prisión perpetua. Están acusados de asesinar a un vecino de Añatuya, General Taboada, a puntazos, ladrillazos, patadas y trompadas, resultado de un ataque sangriento del que también participaron otros cuatro adolescentes de 13, 14 y dos de 15 años. La víctima resultó Atilio Gervasio Castillo, de 21 años. Recibió un sangriento ataque la noche del 25 de abril del 2020 frente a una canchita en el Bº Las Malvinas. Según la acusación de los fiscales Florencia Garzón y Santiago Bridoux; Nicolás Raúl Sauco, 20, asesinó a puntazos a Castillo, pero respaldado por una patota juvenil. Del grupo, dos han sido imputados y llegaron al juicio: los primos Lucas y Marcos Galeano."Homicidio agravado por concurso premeditado por dos o más personas", son los cargos de los fiscales. Sauco es representado por la defensora oficial, Andrea Blinder; Lucas Galeano, por Eugenio Chavarría y Marcos Galeano, a cargo de Gabriel Toloza.

Según la Fiscalía, Castillo bebió en su casa, tomó un rifle de aire comprimido y fue a buscar a Sauco, con quien mantenía problemas personales. En la calle, discutió con Sauco y pactaron remediar sus diferencias en una canchita. Castillo dejó en el piso el rifle. A trompadas, en segundos, derribó a Sauco, pero sin advertir que éste llevaba oculta una punta facilitada por uno de los menores. Ni bien tuvo una oportunidad, le dio dos profundos puntazos que redujeron a Castillo en un charco de sangre. Al verlo doblegado, cuatro jovencitos completaron la agresión de Sauco. Lo abandonaron y en la madrugada fue internado en el Hospital Regional, donde falleció el 5 de mayo. Castillo fue intervenido quirúrgicamente, pero las heridas resultaron letales: dos en el abdomen, hemorragia interna, lesiones en zona intercostal izquierda, entre otras minaron su fortaleza hasta desembocar en la muerte.

En Cámara Gesell, los menores confiaron que Castillo intentó huir. Todos lo persiguieron. Una menor tomó un ladrillo y lo golpeó en la cabeza. Sus amigos lo patearon y lanzaron ladrillazos, hasta desmayarlo. Furia y desprecio por la vida humana, fue el común denominador de la patota juvenil. Había uno con un hermano adicto, quien se habría quitado la vida. El sobreviviente fue declarado inimputable y entregado a su padre. También registraba un intento de suicidio. 

Según los psicólogos e instrucción fiscal, todos los adolescentes surgieron del bajo mundo de las drogas: 'apego a las pastillas y al pegamento' eran el común denominador. Un informe socio ambiental estableció un cuadro social-familiar adverso: escasa educación, lejanía y casi nula injerencia de los padres sobre sus hijos, caídas en comisarías por robos y rechazo por las leyes, o empatía con los derechos o el dolor ajeno. Ya en 2020, la Justicia emitió resoluciones en que "dibujó" y describió un cuadro social alarmante. Las psiquis juveniles agobiadas por las drogas preocupaban. La inimputabilidad en unos, o el régimen tutelar en otros, no implicaba reformular conductas y/o convicciones, sino dilatar rejas o esposas en sus muñecas, hasta la mayoría de edad. Ahora, los vocales Graciela Viaña de Avendaño, Luis Achával y Luis Domínguez se aprestan a reconstruir la historia, con caso seguro efectos multiplicadores para todos sus protagonistas.

 

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