"Marisa" (nombre ficticio) tiene 49 años y reside en una localidad del interior de Tucumán. Desde hace más de tres años exige justicia por el infierno que vivió desde niña y por el que denunció a sus cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres. Una de las denunciadas trabaja en un establecimiento educativo del interior de nuestra provincia.

La historia de "Marisa" parece sacada de un guión de una película de drama y de terror. Su padre no la reconoció y sus hermanos tenían entre 13 y 18 años cuando ella nació. Creció bajo la sombra de ellos y sufrió maltratos y vejaciones casi desde niña.

Su madre la habría enviado, con 20 años, a una ciudad del interior de Santiago del Estero, donde ya trabajaba una de sus hermanas como docente. Trabajó como empleada doméstica de ella, pero asegura que no le pagaba y prácticamente la redujo a la servidumbre.

Estuvo durante 18 meses. Por ese periodo, la Justicia tucumana encuadró los hechos como "privación ilegítima de la libertad".

Relató a este medio que le imploró a su madre poder volver con ella. Regresó a su provincia, pero no logró escapar de las garras de sus agresores. Continuaron los hechos de violencia física y sexual.

Asegura que cuando tenía 27 años, intentó escapar del infierno que vivía en su hogar, pero fue apresada por denuncias falsas y la enviaron nuevamente con los acusados.

Le detectaron –según su relato- un tumor cerebral y padeció depresión, por lo que está bajo tratamiento psiquiátrico.

Su primera vía de escape fue el nacimiento de su hija cuando tenía 30 años. Fue madre soltera y, según dijo, una "vergüenza" para la familia, lo que trajo aparejado más maltratos

Siempre en función de la denuncia, las peleas, discusiones, insultos, amenazas, agresiones y abusos continuaron incluso hasta el último hecho, que desencadenó las últimas de las 48 denuncias formuladas en Tucumán.

Relató que fue el 1 de mayo de 2019, luego de haberse reunido en la casa de su madre por el Día del Trabajador, se produjo una fuerte discusión en la que supuestamente la trabajadora de una escuela de Santiago, la atacó y la lesionó con un tenedor.

Ese mismo día, los otros dos hermanos, la habrían encerrado en una habitación y la golpearon y abusaron sexualmente. Recuerda que la esposa de uno de ellos la bañó luego cuando recobró el conocimiento y la amenazaron para que no contara lo sucedido.

Según "Marisa", la Justicia de Tucumán ahora habría acumulado los procesos y tiene a cuatro de sus hermanos como implicados.

En mayo último se dictó una medida cautelar de prohibición de acercamiento e impedimento de contacto, así como también del hostigamiento hacia su persona, lo que según la mujer, incumplen de forma sistemática.

El próximo 6 de septiembre, realizaría una manifestación frente a los Tribunales de San Miguel de Tucumán, a la espera de respuestas y mayor celeridad en la investigación de su causa, en la que pide la detención de los cuatro sospechosos.