El 3 de noviembre de 2025, la ciudad de Añatuya se despierta con una profunda tristeza. Pasadas las 5 de la mañana, familiares daban a conocer la noticia del fallecimiento de Oscar Alberto Cisek, un vecino que fue un protagonista fundamental en la historia social y cultural de nuestra comunidad y que aportó siempre al crecimiento de esta parte del mundo.

                 Oscar fue mucho más que un empresario. E en una época donde los eventos sociales seguían patrones tradicionales, Oscar irrumpió con una propuesta revolucionaria: fue el fundador de la primera empresa de catering para fiestas en Añatuya. Fue un visionario, un creativo y un maestro cuyo legado trascendió las fronteras de nuestra ciudad.

              Corría la década de los 80 y él se atrevió a soñar en grande, elevando el estándar de las celebraciones. Bajo su dirección, cumpleaños y bodas se transformaron en eventos de buen gusto, elegancia y un glamour hasta entonces inaudito en la zona. Fue el primero en presentar exquisiteces y ofrecer shows, donde cocineros y mozos presentaban elegantemente sus comidas, convirtiendo cada banquete en una experiencia inolvidable. Sus diseños en ornamentación de salones eran diferentes, audaces y creativos. Pero la huella de Oscar Cisek no solo se encuentra en el recuerdo de una fiesta perfecta, sino en el corazón de la industria de eventos, que la hizo crecer con talento propio y que, con el tiempo, se extendió a otras provincias.

                 Definitivamente, fue un maestro generoso. La gran mayoría de quienes hoy organizan eventos, ornamentan, sirven y animan celebraciones, aprendieron de él; con su exigencia y su pasión. Fue mentor de muchos actuales organizadores, decoradores, mozos y mozas. También, supo convocar a muchos DJs locales, a quienes invitaba a formar parte de sus propuestas innovadoras, es decir, tuvo la habilidad y la decisión para generar trabajo genuino en gastronomía y servicios, engrandeciendo el rubro en la ciudad y la zona.

                Y aun mas, la visión estética de Oscar se puso al servicio de la comunidad, cuando su mirada y su buen gusto fueron determinantes en el diseño de la primera cuadra de la Avenida España, hoy Paseo Mónica Díaz, trabajando junto al arquitecto Roldán durante la gestión del intendente “Pololo” Nuevo. También, trabajó en el vivero municipal, y años mas tardes,  construyó un paraíso propio donde las plantas eran las protagonistas.

          Quienes lo conocimos, lo recordaremos por su amabilidad, su educación impecable y su saludo cordial. A pesar de andar a menudo de prisa, nunca dejaba de regalar un gesto de afecto.

           Hoy anatuyaciudad.com rinde este homenaje a Oscar Cisek, creativo, vanguardista, apasionado; quien marcó una era con su presencia. Por ello despedimos no solo a un gran empresario, sino a un vecino que, con su arte, creatividad y generosidad, nos enseñó a celebrar la vida con belleza y elegancia.

                                          ¡Gracias querido Oscar!