Cientos de millones en dinero, electrodomésticos, ropa y neumáticos serán puestos a disposición hoy de la Justicia Federal, tres días después de agravarse las imputaciones al conjunto de civiles "pegados" a una "asociación ilícita" entre gendarmes y tours de compras.

El proceso arrancó en marzo y es timoneado por el juez Federal, Guillermo Molinari, y la fiscal, Indiana Garzón. Tendrían dos líneas claras investigativas: coimas, dádivas y cohecho de gendarmes en los tours que se trasladaban hacia Bolivia. La restante, el robo de mercadería asignado a civiles para sus negociados.

Franco Javier Laviña, comerciante, es el civil más nombrado en los 119 C.D, con escuchas telefónicas y videos. Éstos documentarían sus ingresos a la base de Gendarmería y retiros sugestivos de secuestros. Representado por Horacio Pato y Gilberto Perduca, está imputado por "cohecho activo".

Otro civil en "capilla" sería Raúl Emanuel Soria Mazarelli, del Mariano Moreno, del Bº Mariano Moreno, el jefe de los tours de compra que recaudaban $ 200.000 (por colectivo) para pagar a los jefes de patrullas. Asistido por Aída Farrán Serlé, enfrenta cargos por "cohecho activo, asociación ilícita", los mismos cargos enrostrados a su hermano, Daniel Soria.

El Federal imputó también a la madre, a sus dos hijos y a una nuera. Todos nucleados en el negocio de los tours de compra, en la mira de la Justicia Federal.

Es más, el día de las redadas Valeria (familiar de Soria Mazarelli), también habría prendido fuego a uno de sus locales comerciales. "Incendio agravado" es el reproche, con riesgos para una niña.

Los Soria Mazarelli y compañía no solo enfrentan problemas con la Justicia. También el viernes habrían sido notificados Javier Nazar, sobre quien recayeron cargos por "peculado y estelionato". El último es un delito que implica una forma de defraudación especial. El imputado es quien vende el bien objeto de contrato, haciéndolo pasar como propio. También habrían sido imputados, su esposa y algunos hijos, pero permanecen en libertad.

Cientos de millones en dinero, electrodomésticos, ropa y neumáticos serán puestos a disposición hoy de la Justicia Federal, tres días después de agravarse las imputaciones al conjunto de civiles "pegados" a una "asociación ilícita" entre gendarmes y tours de compras.

El proceso arrancó en marzo y es timoneado por el juez Federal, Guillermo Molinari, y la fiscal, Indiana Garzón. Tendrían dos líneas claras investigativas: coimas, dádivas y cohecho de gendarmes en los tours que se trasladaban hacia Bolivia. La restante, el robo de mercadería asignado a civiles para sus negociados.

Franco Javier Laviña, comerciante, es el civil más nombrado en los 119 C.D, con escuchas telefónicas y videos. Éstos documentarían sus ingresos a la base de Gendarmería y retiros sugestivos de secuestros. Representado por Horacio Pato y Gilberto Perduca, está imputado por "cohecho activo".

Otro civil en "capilla" sería Raúl Emanuel Soria Mazarelli, del Mariano Moreno, del Bº Mariano Moreno, el jefe de los tours de compra que recaudaban $ 200.000 (por colectivo) para pagar a los jefes de patrullas. Asistido por Aída Farrán Serlé, enfrenta cargos por "cohecho activo, asociación ilícita", los mismos cargos enrostrados a su hermano, Daniel Soria.

El Federal imputó también a la madre, a sus dos hijos y a una nuera. Todos nucleados en el negocio de los tours de compra, en la mira de la Justicia Federal.

Es más, el día de las redadas Valeria (familiar de Soria Mazarelli), también habría prendido fuego a uno de sus locales comerciales. "Incendio agravado" es el reproche, con riesgos para una niña.

Familia Nazar

Los Soria Mazarelli y compañía no solo enfrentan problemas con la Justicia. También el viernes habrían sido notificados Javier Nazar, sobre quien recayeron cargos por "peculado y estelionato". El último es un delito que implica una forma de defraudación especial. El imputado es quien vende el bien objeto de contrato, haciéndolo pasar como propio. También habrían sido imputados, su esposa y algunos hijos, pero permanecen en libertad.

Globalmente, suman 10 los gendarmes detenidos, al igual que los civiles. Todos fueron indagados y el Federal profundiza ahora en sus conductas y ramificaciones.

Temidos 119 CD capaz de desnudar la alianza todos los imputados

El gendarme misionero, Cristian Fabián Tórrez, sería el más mencionado en los 119 CD. Tanto civiles, como los propios pares, los situarían a la cabeza de los viajes y controles en las rutas, en especial entre Quimilí, Moreno, y Pinto, Aguirre.

Desde la investigación de los propios gendarmes, Tórrez y otros gendarmes (jefes de patrullas) están sindicados de alzarse con millones en coimas, aliados con los jefes de los tours de compra, quienes recaudaban los $ 200.000 y obligaban a apagar los celulares en plenas transacciones.

Las "bocas de expendio" eran colectivos santiagueños, pero también de provincias vecinas. Lo sustancioso de sospechas: un negocio redondito en apriete a los pasajeros que viajaban a Bolivia. Si no recaudaban, los gendarmes secuestraban mercadería que luego revendían sus socios comerciantes.