En lo más profundo, perturbador y tenebroso de internet internacional, tres santiagueños habituaban bucear y contemplar fotografías y videos de niños desnudos y hasta abusados. Allí radicaría la acusación fiscal a Eduardo González Navarro, Olga González y Luis Acuña, quienes pasarán esta semana por el "tamiz" tecnológico, con pericias a sus celulares, y enfrentarán evaluaciones de psicólogos y psiquiatras.

Detenidos desde el 28 de agosto, los individuos enfrentan cargos por "tenencia y distribución de pornografía infantil" y cayeron en redadas coordinadas en 16 provincias y 89 allanamientos en el resto del mundo: Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Panamá, Paraguay y Puerto Rico.

La ambiciosa investigación fue denominada "Aliados por la Infancia". Y los resultados expusieron una oscura trama mundial. Ocho países y 150 allanamientos simultáneos con más de 40 detenidos que desnudó a una presunta red de explotación sexual de menores, a quienes se acusa de producir y difundir imágenes de abuso infantil.

"Madrugados" en el ¿bajo mundo?

Puertas adentro, la Fiscalía santiagueña golpeó fuerte a las 6 de la madrugada en viviendas de avenida Belgrano (N) al 300; en calle Mitre al 100 del Bº Centro y en el Bº Mosconi.

"En dos residencias hemos secuestrado más de 150 discos ópticos de almacenamiento informático, celulares, computadoras de escritorio, notebooks, memorias y pendrives", confió uno de los policías afectados a las redadas.

¿En qué consiste el delito de distribución de pornografía infantil? La ley subraya: "Consiste en producir, vender, distribuir, exhibir, ofrecer o facilitar la producción, venta, difusión o exhibición por cualquier medio de pornografía infantil o en cuya elaboración se hayan utilizado personas con discapacidad necesitadas de especial protección, o poseerla para estos fines, con independencia de que el material tenga su origen en el extranjero o sea desconocido".

Volcado a la causa, los fiscales sospechan que en la vivienda de calle Mitre había varios millones de inversión en tecnología de punta. Ello habría permitido "consumir" videos de niños desnudos, abusados y otras calamidades que sacudieron hasta al más frío de los policías.

Negado a rajatabla por los detenidos, se les atribuye haber actuado sin límites operando con videos en que niños eran abusados, penado por las normas, sin eufemismos u otras interpretaciones.

Sospechan de un experto que propiciaba el anonimato

Los especialistas intuyen que actuó un cuarto individuo para que los tres imputados tuviesen a su alcance "material" torcido, vedado a los navegadores convencionales de internet. Hay dos conceptos: La "Deep Web" o web profunda, un espacio de internet donde está albergado el contenido que no aparece en los motores de búsqueda convencionales, debido a diversos factores que no tienen por qué responder a la ilegalidad.

Y la "Dark Web", el conjunto oculto de sitios de internet a los que solo se puede acceder mediante un navegador web especializado: redes privadas y servidores encriptados que permiten a los usuarios mantener su anonimato y privacidad. Ello puede ser útil tanto en aplicaciones legales como ilegales.

Podría interpretarse como una parte específica y oculta de la "Deep Web". Es un lugar ideal para mercados clandestinos, sitios de intercambio de información sensible, tráfico de drogas, armas y otros bienes y servicios prohibidos y penados por leyes. Para acceder, se requiere un camino alternativo: un software llamado TOR (The Onion Router), diseñado para ocultar la identidad y la ubicación de los usuarios.

En la desgracia, una sociedad "guionada" y con posible fecha de vencimiento

La defensa de Eduardo González Navarro y Olga González no descartan ampliar sus indagatorias y, con ello, romper la sociedad y, de ser necesario, soltarle la mano al imputado Luis Acuña.

Aferrados a una infranqueable veda verbal, los abogados Guillermo Ruiz Alvelda y Felipe Villalba requirieron ya sendas excarcelaciones. Enfrente, los fiscales bregarán por extenderles el encierro, dada la gravedad y lo incipiente de la causa.Previendo que los tiempos del encierro quizá se extiendan más de lo tolerable, no es descabellado que al menos Olga aporte más información sobre su vínculo con Acuña. Su entorno deslizó que el tercer imputado tenía acabado acceso a la casa y que quizá ello le permitió manipular las computadoras.

Tan arriesgada, como contraproducente, la posible ampliación de indagatoria puede sensibilizar a Acuña, al extremo de reintegrarle gentilezas. Es decir, los expertos no descartan que al asumirse abandonado a su suerte, Acuña sea más peligroso para Olga que a la inversa.

La "máscara"

Pese a todo, inocentes o guionados por estrategias defensivas, hasta anoche los tres detenidos aguardaban la audiencia por venir, optimistas en que un juez de Control y Garantías los reintegre a la sociedad. Esa aparente parsimonia o templanza, devenía en una procesión interna con fecha de vencimiento. Y nadie garantizaba, o descartaba, que esa sincronización implosione o "mine", los eslabones, o la cadena en su conjunto.