La Fiscalía requirió la prisión preventiva para Marcos "Quesito" Albarracín, sindicado de asesinar a puñaladas, el 26 de mayo, a Sergio "Yito" Pogonza, el mismo día de su cumpleaños, en Bº Obrero de Añatuya, General Taboada.

La investigación de la fiscal Alejandra Sobrero indica que aquella jornada "Yito" celebraba su cumpleaños. En un momento, se retiró de la fiesta y partió en busca de "Quesito", con quien se encontraba enemistado, al parecer por las drogas.

¿Cómo fue la agresión, o pelea? Un misterio total. Sí, trascendió que el escenario fue detrás de la casa de "Quesito", en pasaje Tacuarí casi avenida Güemes. La víctima fue conducida al hospital local, pero arribó ya sin vida. Era padre de tres niñas; la más chica de 7 años.

A su vez, "Quesito" caminó 15 kilómetros malherido. Al día siguiente, personal de la Departamental 13 lo apresó en el paraje Buen Paso, una zona rural distante 15 kilómetros de Añatuya. Cantaba: "Esto lo hago, pa´ divertirme, pa´ divertirme".

La policía informó que "Quesito" presentaba heridas punzocortante en tetilla izquierda y cuero cabelludo, aparentemente producto de la pelea con la víctima. No representaban gravedad para su salud y fue alojado en la Alcaldía de la Departamental local.

Ahora, la fiscal María Emilia Ganem atacó en audiencia y pidió preventiva para "Quesito", al acusarlo por "homicidio simple", reprimido con mínimas de 8 y máximas de 25 años de cárcel.

Por el contrario, la defensa planteó el cambio de calificativa a "legítima defensa", al interpretar que "Yito" sostenía en su mano atada un elemento punzo cortante tipo "chaira".

"Yito" medía 1,80 metro y su verdugo, 15 centímetros menos. Los policías secuestraron una punta de hierro de unos 15 cm con mango de madera, una remera con manchas de sangre, una mochila con dinero y dos cuchillos.

Después del duelo verbal, la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami, difirió su resolución quizá para la semana entrante.