Es el primer club de la Capital de la Tradición que nació desde una parroquia con el objetivo de impulsar el deporte y el desarrollo de actividades recreativas como espacios de prevención y para crear verdaderas redes de contención social destinadas a niños y adolescentes de los diferentes sectores, nació el Club Parroquial en la Parroquia Mailin- Brochero,  un proyecto para la inclusión y la prevención mediante el deporte y la cultura. 
El desafío fue asumido por la sub-área de Abordaje Pastoral y Comunitario de la Adicciones de Caritas Argentina, que trabaja articuladamente con los Hogares de Cristo y la Comisión de Pastoral de Droga dependencia del episcopado. Y se materializó a través de la organización de la Unión de Clubes Parroquiales y ya cuenta con varios clubes en todo el país, incluido el de Añatuya que nació hace siete meses. 
El viernes a la tarde se llevó a cabo la presentación de las camisetas del Club Parroquial y además hubo sorteos y merienda, como cada encuentro. El Padre José Vera lleva adelante las acciones del Club Parroquial y cuenta con la colaboración de voluntarios. Los chicos- de diferentes edades- por ahora practican futbol y desde el club convocaron a quienes deseen sumarse para enseñar otras disciplinas deportivas como el básquet y el vóley. 
Entre todos comparten y quieren llevar adelante la propuesta de las tres “C”: Capilla, Colegio y Club, que promueve la Iglesia en los barrios populares hace muchos años y que acompaña de cerca a los sectores más necesitados. El joven sacerdote José Vera expresó “Hoy hemos compartido una bendecida jornada en la Parroquia Mailin Brochero de Añatuya. Después de un año de acompañamiento en el club Parroquial los niños de la parroquia Mailin Brochero han estrenado su camiseta. Con mucha alegría y júbilo se ha vivido un momento de Oración de acción de gracias y luego del habitual entrenamiento los chicos disfrutan de una merienda”. Luego acotó  “Queremos seguir trabajando  en comunión con la unión de clubes parroquiales para decirle NO a las 3 C negativas, es decir a la cárcel el cementerio y la calle, y a la vez decirle SI a las 3 C positivas que son los clubes, colegios y capillas que se abren y se promueven para el bien de la comunidad. Los voluntarios que acompañan el club parroquial Mailin Brochero son Marcelo Rodríguez y su esposa Eliana Ibáñez". A su turno Marcelo Rodríguez contó que el club- funciona en el patio de la parroquia del barrio Villa Fernández-  recibe a los chicos los martes y jueves de 18 a 20 horas e invitó a todos los chicos a sumarse a esta propuesta deportiva- recreativa.

Redacción: Nestor Escobar