En una nueva audiencia por el juicio del crimen de Marito Salto, se registraron sustanciales testimonios de forenses de la Corte Suprema de Justicia que aseguraron no haber visto nada parecido en 20 años de carrera y la Fiscalía realizó una serie de planteos cuestionando el accionar de algunos abogados defensores y solicitó la exclusión del listado de testigos del ex juez del Crimen, Dr. Miguel Moreno, quien fue el primero en intervenir en la causa.

Fuentes judiciales informaron que ayer se reanudó el debate oral en el marco del juicio contra los nueve acusados de haber participado del secuestro, violación y asesinato del niño de 11 años ocurrido en la ciudad de Quimilí, Moreno, entre el 31 de mayo y el 2 de junio del 2016.

Lo más relevante fue el testimonio de los médicos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, que analizaron el cuerpo.

El Dr. Grondona y la Dra. Adriana Pietrantonio brindaron detallados testimonio basados en la pericia que realizaron durante la investigación y develaron detalles macabros de uno de los asesinatos más horrendos de la historia criminal de nuestra provincia.

Los forenses concluyeron que Marito fue abusado sexualmente, que fue estrangulado con un alambre o con una soga, pero que esa no fue la causa de la muerte.

Precisaron que el niño que tenía apenas 11 años en ese momento, fue seccionado en sus miembros inferiores aún estando vivo, que su agonía pudo haber durado hasta cuatro horas como máximo y que no utilizaron un cuchillo común, sino con elemento con dientes, como un serrucho.

A criterio de la Dra. Pietrantonio, la causa de la muerte fue la pérdida masiva de sangre, considerando que fue algo totalmente intencional y premeditado de esa manera.

"Es un crimen que escapa a lo común, un cuerpo seccionado, descuartizado en forma parcial, desmembrado, y que es un niño, y que además de eso fue abusado y estrangulado", comenzó diciendo la forense a la salida de su testimonio.

"Excede totalmente la medicina forense, es una cuestión antropológica forense, hay especialistas que estudian la etnografía del crimen, analizan las motivaciones que llevan a la producción de estos crímenes tan aberrantes", remarcó la especialista.

Seguidamente continuó: "Esto es una perversión, un menor de edad, secuestrado, que es vejado, finalmente seccionado estando vivo, marca una perversión de parte de él o los autores".

"No es un caso común. Vemos 500 muertos por año cada uno. Vimos descuartizamientos, pero que se encuentran en diferentes lugares, pero generalmente fue baleado, estrangulado, no algo así, completa el rompecabezas", enfatizó.

Por último, Pietrantonio deslizó que "el que lo hizo, tenía algún tipo de conocimiento. No es fácil deshacerse de un cadáver así", concluyó.