Lorenzo, presunto jefe, Cantero, Herrera y Marín, los tres "edecanes" preferidos. Allí se sustentarían los roles de una banda de drogas en Bandera, Belgrano, desmantelada el viernes 7 de octubre con una "colección" de pruebas secuestradas, en especial 14 celulares que queman.

Tan intensa como fugaz, la vida de la supuesta organización habría destilado de excesos y desmesuras. Esa dualidad alertó a vecinos y policías y en escasos 30 días la "tumbaron", por impulso de los fiscales Alejandra Sobrero y Santiago Bridoux (coordinador).

Cayeron en los Bº La Florida y Padre Arnaldo Suárez e hicieron mucho ruido. Los policías les secuestraron, 164 gramos de cocaína en 131 envoltorios listos para la venta; 13 gramos en piedras a la espera listos para la venta; 45 gramos de marihuana. Los uniformados ampliaron al secuestro, 14 celulares, elementos de corte, cinco balanzas de precisión y platos con sobras de cocaína. También han sido incautados más de $ 1.000.000, tres vehículos: dos autos, un Gol y un Citroën y una moto Honda.

"Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización", articulo 5, inciso "C" de la Ley 23.737 y "asociación Ilícita" conforme al artículo 210 del Código Penal en concurso real de delitos artículo 55 del Código Penal, serían los cargos enrostrados por los fiscales Sobrero y Bridoux.

Un oficial explicó cómo fue el ocaso de la banda. "La denuncia ha sido presentada el 1 de septiembre. Rápido, se trabajó con tomas fotográficas y todos los días fueron obtenidas fotografías y videos con transacciones y compras controladas".

Los allanamientos y órdenes de detención llegaron por mera decantación. Al grupo de cuatro debió adosársele un quinto acusado, pero aprehendido en una de las tres casas "peinadas". Los fiscales definen hoy la indagatoria al menos a Lorenzo, Cantero, Herrera y Marín y, a su vez, al quinto aprehendido, llevarlo a audiencia de legalización y conversión en detención.

La danza de abogados fue incesante este fin de semana y todos ordenaron a los detenidos cerrar la boca, silencio absoluto, porque es la Fiscalía quien tiene la obligación de demostrar su culpabilidad, más no ellos su inocencia.

Los expertos recibirán hoy 14 celulares secuestrados al grupo sospechado. La lógica deja entrever que si los protagonistas fueron coherentes, su verborragia debería estar en sintonía con su excesiva exposición y fuerte apego al delito.

Desde ese optimismo, los fiscales confían en que los celulares atesoren compras, clientes, precios, lugares de entrega, periodicidad y los secretos de operaciones que les habría redituado más de $ 300.000 libres de otras erogaciones, solo por mes. Un funcionario señaló que la buena vida era evidente en los cuatro imputados, de solo navegar por sus sitios en Facebook, o estados de whatsapp.

Esa "prosperidad" económica desde hoy ya solo será historia para Lorenzo, Cantero, Herrera y Marín. Desde el viernes, sus abogados intentan persuadirlos. Deben convencer a un fiscal y a un juez de que no todo está contaminado por un oscuro negocio de drogas. Tienen 30 días, o bien les serán dictadas prisiones preventivas, es decir pasarán las fiestas de fin de año a la sombra de una celda.