La situación que viven los supermercados y autoservicios en la provincia se encuentra cada vez más complicada por la escasez en la entrega de mercaderías básicas, los constantes reajustes de precios y los plazos de pago que son ya casi inexistentes se paga cuando se baja la mercadería- a lo que se suma una retracción del consumo.

El panorama que ya se perfilaba complicado el mes pasado, terminó de configurarse este mes, con los nuevos ajustes de precios tras la escalada que tuvo el dólar.

Un dato a tener en cuenta es que la inflación medida hasta junio por el Indec acumuló en los primeros seis meses del año un 36,2% a nivel general pero en el Noroeste, ese acumulado fue de 37,6%.

Para este mes que finaliza hoy en sus jornadas hábiles, tras el salto cambiario que se produjo a principios de julio, distintos analistas y consultoras proyectan un 8% de inflación.

Bajo ese supuesto, la inflación en esta región alcanzaría el 45,6% en el acumulado enero/julio. A los incrementos de diferentes productos de la canasta total de los santiagueños se sumaron este mes dos que impactaron con fuerza en todas las bocas de venta: El pan que tuvo un reajuste de 8% y un 20% las especialidades por la misma presión de los insumos en sus planillas de costos. Y además, el huevo que también registró un alza promedio del 20%.

El azúcar fue otro de los alimentos que también subió en julio en promedio un 30%. El papel higiénico, también aumentó un 20% promedio.

Complicaciones

“La situación sigue complicada, los aumentos se suceden en muchas cosas, en otras no pero lo que ya venía faltando como la mayonesa y el aceite, ya hace mucho tiempo que no llega, no se consigue, hay que comprar a revendedores mucho más cara que en origen, pero lo que sucede es que la fábrica de origen no entrega”, indicó un supermercadista propietario de varias bocas de expendio en el centro, norte y sur de la ciudad.

Por su parte, Pablo Veloso, representante de los supermercados en la Cámara de Comercio, indicó que “en el sector sigue todo igual, nadie regulariza la entrega de mercadería, sigue faltando lo principal y es permanente la actualización de precios”.

Destacó que en la cadena de comercialización “ya no hay plazos de pago casi con ningún proveedor. Si de casualidad, alguno entrega mercadería, se paga contra entrega”.

Puntualizó además que la dinámica que alcanzó el ajuste de precios que les aplican los proveedores, llevó a que los supermercados “ahora tenemos que remarcar cada 15 días”.