MATARÁ, J.F. Ibarra (corresponsalía Añatuya) Se celebró ayer la fiesta en la que se honra a la Cruz Catequística de Matará, donde se encuentra la parroquia santuario que la custodia en la Diócesis de Añatuya. Se realizó por la mañana la procesión, la celebración de la santa misa presidida por Mons. José Luis Corral, acompañado por el padre Enrique Álvarez y luego prosiguió con un compartir comunitario.

Cabe recordar que por cuestiones de fuerza mayor no se concretó la tradicional peregrinación desde otras ciudades.

La "Cruz de Matará" es símbolo que testimonia la evangelización del continente, la creatividad y el compromiso de los primeros misioneros para transmitir el Evangelio en la cultura de los primeros habitantes del sudeste de Santiago del Estero.

En su homilía, el obispo manifestó: "Se nos invita a contemplar la Cruz Catequística de Matará para descubrir allí el misterio del amor redentor y beber de la fuente de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo".

"La Cruz de Matará en sus más de 400 años ha acompañado a numerosas generaciones, que se han trasmitido la tradición y la fe. Muchos han rezado ante ella, han depositado sus lágrimas, sus búsquedas, sus peticiones, su confianza".

"Cuando todo se agita y nos sentimos desconcertados, cuando el cielo se oscurece y la tierra tiembla, cuando nos invaden la tristeza y la inseguridad, nos aferramos a la Cruz como a una roca firme y segura hasta recuperar la calma, la serenidad y la paz. La Cruz de Matará que tallaron los misioneros para catequizar a nuestros antepasados, quiere ahora labrarse en nuestros corazones para renovar el ardor y la pasión por evangelizar en el mundo de hoy según el mandato del Señor. Vayan por todo el mundo, anuncien la buena noticia a toda la creación", concluyó.