La Justicia sumó un cuarto sospechoso y el comerciante añatuyense, Nelson Coria, no pudo ser intervenido quirúrgicamente ayer. Mientras, dos hermanas arribaron a esta capital, resueltas en trasladarlo a Buenos Aires para asistirlo de un disparo y estallido de un globo ocular, con bala de goma, el viernes a la noche al parecer en manos de un funcionario policial.

Carmen Carabajal, cuñada del paciente. "Nelson no fue operado en la clínica. Lo llevamos al CIS Banda ahora y esperamos aún al cirujano. Llegaron dos hermanas. Comenzaron los trámites en Desarrollo, porque quieren llevárselo a Buenos Aires para operarlo allá...", adelantó.

En contexto, el viernes a la noche Coria habría sido agredido por dos hijastros del propietario de una cochería. Los dos jóvenes habrían acusado al menos a un hijo de Coria de atacar a su padrastro, durante un incidente en la calle, en la que los dos muchachos se conducían en una moto carente de luces.

El entredicho arrancó con gritos, empujones y llegó a la intervención de un policía de la Departamental 13. En las últimas horas una corriente policial señaló que están en la mira dos policías. Pero el fiscal Ezequiel Bustamante confirmó anoche que el funcionario apresado e imputado "es Ezequiel Benigno Gerez", con funciones en la Departamental 13.

Al haber transcurrido cinco días, la OGA de Añatuya se aprestaba anoche fijar audiencia para hoy, a cargo de la jueza de Control y Garantías, Ana María González Ruiz.

Ante ella se presentarán el fiscal Bustamante, la defensa del policía preso, también, de los dos hijos del funebrero y un abogado por la familia de Coria, de apellido Galeano.

Los unos y los otros plantearían sus teorías: abundarían, pedidos de nulidades; imputaciones y/o detenciones de otros civiles y policías que se presentaron en la despensa de Coria, avenida San Martín, del Bº Obrero.

En esa vorágine de procedimientos, tensión y el comerciante Coria herido de gravedad en un ojo, fue aprehendido ayer un cuarto acusado, amigo de los dos hijos del dueño de la cochería.

Sobre el policía Gerez, pesarían cargos por "lesiones gravísimas agravadas por su condición de funcionario policial". A su vez, sobre los tres civiles las imputaciones serían "lesiones graves", trascendió.

En cuanto a la labor policial, se sabe que serían cuatro los funcionarios que arribaron a la despensa de Coria. En pleno revuelto por acusaciones cruzadas, en teoría Gerez realizó dos disparos (al aire) con postas de goma de su Itaka. Partió un tercer proyectil que impactó de lleno en el ojo derecho y provocó el escándalo, cuyos cimbronazos asoman aún imprevisibles.

Nelson Coria tendría afectada la visión en el ojo derecho. Del informe médico, tanto de Añatuya como del Hospital Demaría, trascendió que resultó con el estallido del glóbulo ocular.

Luego, fue conducido a un centro privado de salud y ayer, derivado al CIS Banda. "Esperamos que lo operen pronto porque tienen restos aún del proyectil", explicó ayer Carmen Carabajal. "Ahora, los médicos nos deslizaron que aparecen manchas que deben ser estudiadas bien y con detenimiento", ahondó.

Mientras tanto, el paciente está alojado en una sala con cuidados intensivos. De cerca, lo asisten sus familiares, quienes arribaron el sábado y no se apartaron un instante. Lo Penal fue delegado en un abogado del foro local que hoy pediría ser aceptado como querellante. ante el fiscal y la jueza González Ruiz.