18/02/2025
¿Es posible un renacimiento del Museo del Louvre?

Fuente: telam
El nuevo proyecto de ampliación, que se estima que superará los 700 millones de euros, presenta más dudas que certezas
>Problemas de seguridad, equipos técnicos obsoletos, climatización insuficiente de las obras de arte, ascensores averiados para personas con movilidad reducida… El Louvre se cae a pedazos y, sin embargo, el museo sigue atrayendo cada vez a más gente (nueve millones de visitantes en 2024).
La particularidad de este geosímbolo es su proximidad al poder, en particular al poder presidencial. Las grandes obras del Louvre fueron inauguradas en 1981 por François Mitterrand; en 2000, Jacques Chirac inauguró el Pavillon des Sessions; en 2012, le tocó a François Hollande inaugurar el nuevo departamento de artes islámicas. En 2017, Emmanuel Macron celebró su victoria frente a la pirámide, y en 2025 ha anunciado el “nuevo renacimiento” del Louvre.
Eso es lo que hace que el Louvre sea tan especial: no es solo patrimonio nacional, sino también un verdadero símbolo. Además de estos actos, el museo acoge regularmente visitas de Estado para mostrar una determinada imagen de la cultura francesa. Sin embargo, la cultura francesa no es un bloque homogéneo. Hoy está fragmentada en la sociedad, pero también dentro y fuera de los muros del mayor museo de Francia.Las ambiciones contemporáneas de los presidentesLa idea sería trasladarla bajo el patio llamado Cour Carrée, aunque sea una zona inundable, cerca de la nueva entrada del museo. Con un acceso especial, los visitantes podrían entonces contemplarla en un espacio que situaría la obra en el contexto de la historia del arte. Se ofrecería así una “experiencia Mona Lisa” al 100 %.
El segundo anuncio se refiere a una entrada a la altura de la columnata de Perrault, al este del museo. Esta zona, rodeada por las “zanjas de Malraux”, es poco acogedora e intransitable cuando llueve, lo que acentúa la ruptura con la ciudad. La inclusión de una nueva entrada en este punto redefiniría y descongestionaría el tráfico dentro del museo.Y es que, además de los fosos que protegen el museo en el corazón de la ciudad, los diferentes estilos arquitectónicos urbanos –renacentista y neoclásico para el museo, y haussmanniano para los edificios vecinos– acentúan esta ruptura. Es necesaria una reflexión arquitectónica para rediseñar esta parte del paisaje urbano de París, utilizando un enfoque de “contraste retardado” que favorezca la articulación entre espacios.
Por último, está la idea de que los visitantes extranjeros de fuera de Europa paguen una entrada más cara. Este aumento compensaría en parte el déficit de ingresos necesario para aplicar todas estas medidas que Macron ha indicado que no costarán ni un céntimo a los contribuyentes. Sin embargo, su importe se estima que estará por encima de los 700 millones de euros, una suma asombrosa dada la actual coyuntura económica.Macron habla de poder acoger a 12 millones de visitantes de aquí a 10 o 15 años. Con sus estrechos pasillos y su arquitectura patrimonial limitada por el cumplimiento de las normas del cuerpo de Architectes des Bâtiments de France (ABF), el antiguo palacio real no puede absorber a tantos visitantes en buenas condiciones. Y, sin embargo, la financiación de las obras se basaría principalmente en la venta de entradas. De hecho, si nos fijamos en las cuatro principales fuentes de ingresos del museo en 2023 –aparte de las subvenciones del Estado, que ascienden a unos 100 millones de euros–, la más importante es la venta de entradas (95,9 millones de euros).
Además, hay otras partidas que también podrían contribuir: la licencia de la marca Louvre Abu Dhabi (83,1 millones de euros, que se deriva del acuerdo intergubernamental firmado en 2007 entre Francia y los Emiratos Árabes Unidos y prorrogado por 10 años hasta 2047), la valorización del patrimonio (25,2 millones de euros) y la asociación con los medios de comunicación y el patrocinio (20,6 millones de euros). Para el patrocinio, se parte de la participación del grupo LVMH, así como de otros eventos organizados regularmente por el museo. Aunque se consideren fondos propios, no hay que olvidar que el mecenazgo está exento de impuestos (40-60 %), por lo que en parte corre a cargo de los contribuyentes.El simbolismo del Louvre frente a las realidades sobre el terrenoEstos grandes anuncios reflejan una decisión difícil de tomar: elegir un funcionamiento normal con una capacidad manejable dentro de un museo extraordinario, u optar por un funcionamiento dedicado a satisfacer las demandas de un público cada vez más numeroso y deseoso de visitar un icono cultural.
En el departamento de artes islámicas, la proximidad del Sena provoca olores a veces desagradables y, en época de crecidas, los almacenes están en alerta. El traslado de algunas de estas reservas al Centro de Conservación y Recursos de Liévin (Pas-de-Calais), no lejos del Louvre-Lens, es una respuesta parcial a esta necesidad de preservar y conservar las obras. El museo está mal adaptado al cambio climático y a las prácticas museísticas.
Pensar el Louvre como parte de una red cultural y social¿Quizás deberíamos hablar más bien de reposicionar el museo en la sociedad, promoviendo una experiencia de mayor calidad? El Louvre está en el corazón de París, en una densa red cultural. Es necesario que estos lugares puedan apoyarse los unos a los otros para cambiar la perspectiva sobre el Louvre y comprenderlo mejor en su contexto urbano. Esta dimensión territorial no puede leerse sin la dimensión social ligada al museo; los discursos propuestos y las obras expuestas son todas ellas puertas de confrontación con la alteridad.
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Fuente: telam